National Geographic Channel se aventura en un tiempo remoto, un tiempo en el que la Tierra estaba poblada por gigantes: alacranes del tamaño de los lobos, libélulas del tamaño de águilas, ciempiés de dos metros de largo y bosques de helechos de casi 30 metros de altura. Un tiempo en el que nuestro planeta pasó de ser una bola de roca líquida hirviendo a convertirse en un páramo helado con capas de hielo de hasta de tres kilómetros de espesor. Un escenario, que no es fruto de la ciencia ficción, sino la crónica exacta de la formación de nuestro propio planeta.