La acción se sitúa entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX, cuando Brant Royle (Gary Cooper), un joven ambicioso se instala en la zona tabaquera más rica de Estados Unidos dispuesto a crear su propio imperio y a desafiar el monopolio de un poderoso magnate. Conseguirá su objetivo gracias a la ayuda de una joven (Lauren Bacall) y a la aplicación de ciertos avances tecnológicos. Su avaricia lo llevará incluso a casarse con la hija (Patricia Neal) de su rival (Donald Crisp), pero acabará comprendiendo que quien verdaderamente lo ama es la otra y que la riqueza no da la felicidad.