La historia comienza hace muchos, muchos años en un solitario palacio oriental que está junto al mar. Allí vive una especie de reina-diosa de un lugar indeterminado. Vive rodeada de esclavas y su apetito sexual es insaciable, necesitando copular continuamente con todos los machos que se le ponen a su alcance para poder cargarse de energía. Después de follárselos, se los mata. Al parecer la diosa tiene un marido oficial, que en el fragor de un polvete se atreve a robarle una especie de daga-serpiente que es muy importante para ella. Ofendida, le lanza una maldición a su marido: dentro de cien años su bisnieta sufrirá en sus carnes una cruel venganza. Acto seguido decide suicidarse metiéndose en lo profundo del mar.