Mientras (casi) todos festejan el aprobado del examen de madurez, en el instituto Alessandro Manzoni hay una gran preocupación: solo el 12% de los estudiantes ha logrado obtener el diploma. El Manzoni tiene un récord absoluto: es el peor instituto de Italia. No sabiendo ya que medidas adoptar, el Director escucha la propuesta del Superintendente y decide llevar a cabo un último, extremo y arriesgado intento: reclutar a los peores profesores en activo seleccionados por un algoritmo del ministerio con la esperanza que donde han fracasado los mejores, puedan triunfar los peores. Objetivo: tener al menos un 50% de aprobados.