El director falangista Carlos Arévalo realizó con esta película quizá la única de concepción claramente falangista realizada en España (los colores del título se refieren a la bandera). Curiosamente, dos semanas después de su estreno en el cine Capitol en Madrid, en mayo de 1942, y por razones nunca aclaradas, la película fue prohibida y permaneció desaparecida hasta que en 1996 fue restaurada por la Filmoteca Española.